En este blog hablaremos sobre cuándo puede ser interesante constituir una Sociedad Limitada (SL) en base a la facturación. En España, las SL son una de las formas más comunes de constituir una empresa, ya que ofrecen ciertas ventajas en términos de responsabilidad y tributación.
1. ¿Qué es una Sociedad Limitada?
Antes de entrar en detalle sobre la facturación deseada para constituirse bajo esta forma jurídica, es importante explicar qué es una Sociedad Limitada (en adelante, SL).
Se trata de una sociedad mercantil en la que los socios tienen una responsabilidad limitada al capital que han aportado, es decir, no responden con su patrimonio personal.
Además, la SL tiene personalidad jurídica propia, lo que significa que puede realizar actividades empresariales y celebrar contratos en su propio nombre.
2. ¿A partir de qué facturación puede ser interesante constituir una SL?
La respuesta no es sencilla, ya que depende de varios factores. A continuación, presentamos algunos de los más importantes:
– Responsabilidad: Si eres autónomo y facturas en nombre propio, eres responsable de las deudas que contraigas con tus bienes presentes y futuros. En cambio, si constituyes una SL, la responsabilidad queda limitada al capital que hayas aportado. Por lo tanto, si tu actividad conlleva un alto riesgo de deudas, puede ser interesante constituir una SL desde el principio, independientemente de la facturación.
– Tributación: Los autónomos tributan por el Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (IRPF), mientras que las SL lo hacen por el Impuesto de Sociedades. En general, el tipo impositivo del Impuesto de Sociedades es más bajo que el del IRPF, aunque hay que tener en cuenta que la SL también tiene que pagar el Impuesto sobre el Valor Añadido (IVA) y el Impuesto de Transmisiones Patrimoniales y Actos Jurídicos Documentados (ITPAJD) en determinados casos. Por lo tanto, si prevés una facturación elevada, puede ser interesante constituir una SL para disfrutar de una tributación más ventajosa.
– Credibilidad: En algunos casos, tener una SL puede transmitir mayor credibilidad y confianza a los clientes, proveedores e inversores. Esto puede ser especialmente relevante si tu actividad está relacionada con el sector financiero, jurídico, tecnológico, etc.
– Costes: Constituir una SL implica unos costes iniciales que pueden oscilar entre los 500 y los 1.000 euros, dependiendo del tipo de sociedad, los estatutos, los honorarios del notario y otros gastos. Además, una SL también tiene unos costes recurrentes como el Registro Mercantil, la contabilidad, el seguro de responsabilidad civil, etc. Por lo tanto, si tu facturación es baja, puede que no compense constituir una SL debido a los costes que conlleva.
Teniendo en cuenta estos factores, ¿cuál es la facturación a partir de la cual puede ser interesante constituir una SL? No hay una respuesta única, ya que depende de cada caso concreto.
Sin embargo, como referencia, podríamos decir que
si prevés una facturación anual superior a los 50.000 euros y tu actividad conlleva un riesgo de deudas elevado, puede ser interesante constituir una SL
Si la facturación prevista es inferior a esa cifra, probablemente no compense constituir una SL debido a los costes iniciales y recurrentes.
En cualquier caso, antes de tomar una decisión, es recomendable analizar detenidamente las ventajas e inconvenientes de constituir una SL en tu caso concreto, así como comparar la tributación y la responsabilidad que tendrías como autónomo o como sociedad.
Para ello, es conveniente contar con el asesoramiento de un profesional, como un abogado o un asesor fiscal, que te ayude a valorar todas las opciones y a elegir la que más te convenga.
Imagen de katemangostar en Freepik
Imagen de standret en Freepik
